El egresado de Loyola manifiesta:

 

• Aprecio por sí mismo, identificando sus capacidades y sus áreas de oportunidad.

• Amplia capacidad para desarrollar su potencial como persona.

• Capacidad de autocrítica y de aprovechar el error como una oportunidad de aprendizaje.

• Autonomía moral para analizar, discernir, tomar decisiones y enfrentar responsablemente las consecuencias de sus actos.

• Apertura a la diversidad.

• Voluntad de superación.

• Capacidad creativa.

• Capacidad de análisis, síntesis y evaluación.

• Una actitud entusiasta por aprender y profundizar en el aprendizaje.

• Interés por la observación, la investigación y la experimentación para la solución de problemas.

• Capacidad de expresar los puntos de vista personales de manera asertiva, aunque difieran de su interlocutor.

• Conocimiento sobre la realidad natural y social que lo rodea.

• Conocimiento sobre sus derechos y obligaciones como ciudadano.

• Una actitud de empatía, tolerancia e inclusión.

• Capacidad para trabajar colaborativamente y unir los propios talentos con los de otros, para lograr el bien común.

• Una actitud de escucha como medio de enriquecimiento personal y de respeto a los demás.

• Interés por aportar, proponer, participar o intervenir sobre la realidad natural y/ o social para mejorarla.