Grandes reflexiones se llevaron estudiantes de 2° y 3° de secundaria tras la oportunidad de tener una charla uno a uno con la autora Raquel Castro, este miércoles 30 de marzo, como parte de las actividades que organiza la Universidad Autónoma de Yucatán en el marco de la 10a edición de la FILEY.
El encuentro, que duró alrededor de una hora, estuvo moderado por el maestro Antonio Flores Ramayo, docente de secundaria en Loyola Comunidad Educativa y miembro del comité organizador de la Feria.
Durante la charla, la escritora destacó la necesidad de visibilizar las problemáticas que enfrentan las mujeres en sus historias y de abrir el diálogo entre los jóvenes desde un lugar de empatía y respeto: “No se trata de pelear contra los hombres sino se trata de pelear contra lo que nuestras madres y nuestras abuelas nos enseñaron que es ser mujer. Es lo que necesitamos cambiar y lo necesitamos cambiar juntos, hombres y mujeres como sociedad”, afirmó.
Asimismo, brindó consejos para mejorar los hábitos de lectura como escoger un espacio cómodo, disponer un tiempo para hacerlo, elegir un libro que sea atractivo y no leer por obligación; también sugirió usar las redes sociales para encontrar grupos de lectura o páginas que recomienden libros que permitan salir de la zona de confort.
“No olvidemos que leer es divertido o tiene que ser divertido; si no te divierte cambia de libro, pero no de actividad”.
Acerca de utilizar la nostalgia en sus textos, la escritora mencionó que ser nostálgica forma parte de su personalidad, pero que no estaba de acuerdo con utilizarla para juzgar a las generaciones actuales ni comparar como se hacían las cosas antes sino apelar a la nostalgia de sus contemporáneos.
Autora de Un beso en tu futuro, El club de las niñas fantasma, Ojos llenos de sombra, entre otros, Raquel Castro afirmó que se debe escribir sin pensar en ser autores publicados o tener una obra lista en dos horas. A su vez invitó a las y los jóvenes que tienen interés por escribir a hacerlo, disfrutarlo y permitirse descubrir nuevas cosas de sí mismos en sus textos.
“La escritura es un oficio, una disciplina que requiere de ejercitarse, igualito que si fueras a correr un maratón”.